39 años no son nada. Sólo son los que han pasado desde la fundación del Estudio hasta hoy.
Es cierto que la organización física del trabajo, ha cambiado y que los tableros de dibujo y su correspondiente papel vegetal, que tantas heriditas nos hizo en los dedos, han sido sustituidos por ordenadores.
Es cierto, que las gestiones en los Ayuntamientos, son distintas y distantes; ya no existe la familiaridad de antes.
Es cierto, que la relación con el Colegio ha cambiado. De ser un lugar de encuentro entre compañeros de forma muy frecuente y hasta agradable, ha pasado, en aras de la informatización del visado, a una Institución que visitas de tarde en tarde para hacer un curso o algo similar.
Pese a todo el mensaje que quiero transmitir, no es nostálgico, ni negativo. Algunas cosas han cambiado para mal, pero otras muchas para bien. Cuando recibes un encargo, por pequeño y escaso que sea, la ilusión sigue siendo la misma.
La crisis es tremenda, el cierre de Estudios ha sido enorme, y muchos compañeros jóvenes, cuyo número cada vez es mayor, no logran ni siquiera “estrenarse “ ó encontrar un trabajo digno. Sin embargo, los que ya tenemos cierta edad, hemos visto pasar otras crisis ( aunque ciertamente menores que la actual) y estamos seguros de que más pronto o más tarde , ésta también pasará.